Oxigenoterapia

La oxigenoterapia se recomienda a todas aquellas personas cuyo nivel de oxígeno en sangre es bajo por diversas razones, o cuya demanda de oxígeno aumenta debido a un mayor rendimiento físico. Si el cuerpo no recibe suficiente oxígeno, podemos experimentar muchos síntomas desagradables, como respiración acelerada, dificultad para respirar, frecuencia cardíaca alta, tos, sibilancias, sudoración. Dado que la falta de oxígeno afecta a todos los órganos del cuerpo, incluido el cerebro, la primera señal de la falta puede ser una disminución de la capacidad de concentración, agotamiento, baja tolerancia al estrés, nerviosismo constante y fatiga. Si nos encontramos débiles y enervados durante el día, es muy probable que los bajos niveles de oxígeno estén detrás de esto, ya que el oxígeno es lo que garantiza la resistencia necesaria para realizar las tareas cotidianas. Otros síntomas pueden ser dolor de cabeza, sensibilidad en la frente, acidificación, color de piel cansada.

La falta de oxígeno también puede causar problemas en nuestra función inmunológica: disminuye la cantidad de células fagocíticas en la sangre, lo que aumenta la posibilidad de infecciones bacterianas y virales, enfermedades fúngicas, alergias al polen y asma. El rendimiento físico y sexual puede disminuir, y externamente puede aparecer obesidad, exceso de peso, piel arrugada, seca, inelástica, deficiencia de colágeno, celulitis, piel con tendencia acneica.

La función de oxigenoterapia integrada en el dispositivo INFRASLIM X se basó en numerosos estudios que demostraron que la ingesta de oxígeno adicional permite que una persona se desempeñe mejor en caso de mayor estrés físico. El oxígeno adicional afecta la salud de todos los órganos vitales, mejora la condición, el estado de ánimo, la resistencia y también mejora el rendimiento mental. El líquido corporal saturado de oxígeno es inmediatamente accesible durante el metabolismo, lo que garantiza la movilidad de las células madre y la capacidad de unirse a los radicales libres. Los usuarios regulares de oxigenoterapia pueden experimentar un aumento de la energía, un sueño más profundo y una mejor calidad de vida en general. Según el grado de deficiencia de oxígeno, algunas personas pueden necesitar oxigenoterapia con regularidad, mientras que otras solo ocasionalmente o en determinadas situaciones, como durante una actividad física extenuante.

La fiebre muscular que se desarrolla repentinamente después de un trabajo muscular intenso también se desarrolla como consecuencia de la falta de oxígeno, aunque hoy en día se puede atribuir a varios factores. Un músculo completamente estresado no recibe suficiente oxígeno para aumentar el rendimiento, por lo que cambia de funcionamiento aeróbico (rico en oxígeno) a anaeróbico (sin oxígeno). El producto final de este proceso es el ácido láctico, que cambia el equilibrio del pH y no se puede eliminar del músculo con un cese repentino de la actividad. Tanto el cambio de pH como la presencia de ácido estimulan los receptores del dolor, por lo que cada movimiento se vuelve doloroso.

Además del ácido láctico, las últimas investigaciones también destacan el papel de las microfisuras provocadas por el estrés repentino y la acumulación de iones de calcio en el interior de las células, así como la inflamación local provocada por los procesos anteriores.